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Las causas de la depresión son multifactoriales, y aunque es importante tener en cuenta sus componentes bio-psico-sociales, cada vez es más evidente que la mayoría de veces la raíz tiene que ver con el entorno donde crece y se desarrolla la persona.

En algunos o en muchos momentos de nuestra vida todos nos sentimos decaídos de ánimo, pero, por lo general estos episodios suelen ser poco frecuentes y de corta duración.

Sin embargo, en muchos casos esto sucede reiterativamente, afectando profundamente la salud emocional de las personas al intensificarse y convertirse en un trastorno del estado de ánimo.

Afección del Estado de Ánimo

Entre los trastornos del estado de ánimo más frecuentes, tocaremos los siguientes: 

  • Trastorno Depresivo Mayor
  • Distimia

El Trastorno Depresivo Mayor: entre sus síntomas más comunes presenta sentimientos intensos de tristeza y desesperanza, cambios en el apetito, en el ciclo del sueño, pérdida de energía, sentimientos de culpa, dificultad para concentrarse, apatía, pérdida de interés o disfrute de las actividades que antes eran gratificantes. El episodio depresivo tiene una duración  de al menos dos semanas y puede ser único o repetirse.

La Distimia o Trastorno Depresivo Persistente: es un estado anímico deprimido que está presente la mayor parte del tiempo durante casi todo el día. Esta situación se presenta por al menos dos años en adultos y un año en niños y adolescentes.  Aun cuando sus síntomas son más leves que los del Trastorno Depresivo Mayor, su persistencia va afectando en el largo plazo a la persona que lo padece, debilitándola.

Factores que causan la depresión

Las causas de la depresión son multifactoriales. De acuerdo a destacados investigadores del tema, la depresión obedece a componentes psicológicos, biológicos y psicosociales, aunque muchas veces los factores biológicos no están presentes entre los afectados por esta dolencia.

Factores Psicológicos

Desde el enfoque de la Psicoterapia Sistémica se considera que la depresión sobreviene como resultado de estilos disfuncionales de vinculación familiar, así como de las relaciones interpersonales y del contexto social. De modo que puede surgir en el sistema familiar, de pareja e incluso en el entorno laboral, es decir, también de contextos externos como el suprasistema (comunidad, cultura, centros de estudios, centros laborales) en el que la familia también está inmersa.

En tanto las personas se desenvuelven en interacciones con otras personas, las emociones y conductas están inevitablemente influenciadas por dichas interacciones. De modo que no se trata de un tema intrapersonal, sino es más bien producto de relaciones problemáticas dentro del sistema familiar o social.

En esta disfuncionalidad existe la crítica, la ausencia de apoyo emocional y rigidez en la interacción, resultando una tensión relacional de la cual puede surgir la depresión en uno o más miembros de la familia como resultado de este estilo de vinculación, estilo que, así como se pone de manifiesto entre los miembros de la familia nuclear,  se replica también en relaciones sentimentales, laborales y sociales.

La Terapia Cognitivo conductual (TCC) trata la depresión como una dolencia que obedece a la presencia de estilos distorsionados de pensamiento en el individuo (sin una justificación en la realidad), compuestos por una triada cognitiva que engloba pensamientos negativos sobre sí mismo, sobre el mundo y sobre el futuro. Este tipo de pensamientos distorsionados que motivan una percepción pesimista que contribuye al surgimiento de síntomas depresivos, se combate con técnicas de reestructuración cognitiva, activación conductual, resolución de problemas, entre otras.

La Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC), ubica los antecedentes de la depresión en creencias irracionales compuestas por pensamientos automáticos de connotación negativa y autoexigencias extremas. Estas creencias suelen ser resultantes de la socialización, experiencias vitales, tendencia a interpretar los eventos de manera catastrófica, entre otros. Al proceder a reemplazar estas creencias y adoptar una perspectiva más racional y flexible, se puede prevenir y/o tratar la depresión.

Desde la Psicología Positiva se observa que la causa de la depresión es que el paciente deprimido ha aprendido que no puede controlar los factores que pueden aliviarle el sufrimiento, aquellos que puedan producirle gratificación o proporcionarle soporte, es decir, se cree indefenso.

Señala también que si la persona ha tenido experiencias de falta de control en circunstancias negativas repetidas, con lo cual tiene sentimientos de incompetencia, se ha convencido de que no puede cambiar su situación, no tiene esperanzas, por tanto, surge la depresión. Por el contrario, si el individuo percibe que puede controlar los acontecimientos germinará un sentido de victoria y sobrevendrá la resistencia a la depresión.

Factores Biológicos

Diversas investigaciones, entre las cuales destacan las de Eric Nestler y colaboradores,  demuestran que los circuitos de recompensa, la plasticidad neuronal (la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse como consecuencia de nuevas experiencias, aprendizajes o cambios en el entorno) y los cambios epigenéticos, que son modificaciones por nuestra interacción con el ambiente, además del eje HPA (Hipotalámico-Pituitario-Adrenal:  sistema de comunicación entre el hipotálamo, la hipófisis y las suprarrenales (que regulan la respuesta del cuerpo al estrés), son agentes biológicos que intervienen en el desarrollo de la depresión.

El estudio de estos procesos develó que el estrés crónico y la genética producen cambios en el cerebro que influyen en la aparición de esta dolencia.

Asimismo, investigaciones de Avshalom Caspi y sus colaboradores suministraron bases consistentes para explicar que factores genéticos y ambientales en su conjunto redundan en el desarrollo de trastornos mentales como la depresión.

Subrayan que con ello se puede comprender que, si bien el factor genético por sí solo no garantiza que sobrevenga la depresión, la incorporación de elementos estresantes sí hace posible que ésta se manifieste.  

Factores psicosociales

Los destacados investigadores George Brown y Tirril Harris demostraron que los factores relacionados a nuestro entorno intervienen en el desarrollo de la depresión.

En mujeres que atravesaban situaciones de estrés por vivir en carencias económicas o familias monoparentales, ante el excesivo esfuerzo de cuidar a los hijos y el hogar, se acentuaba la propensión a sufrir depresión, comprobándose la relevancia de los factores sociales, la salud mental y el contexto en esta problemática.

Por el contrario, aquellas que contaban con un sólido apoyo social y emocional, aun en situaciones de estrés tuvieron menos posibilidades de deprimirse.

La depresión no es simplemente el resultado de una única causa, sino el reflejo de la interacción entre nuestra genética, nuestras experiencias y nuestro entorno social.
Comprender estos factores es clave para abordarla de manera eficaz y encontrar las herramientas adecuadas para tratarla.

Referencias:

Beck, A. T., Rush, A. J., Shaw, B. F., & Emery, G. (1979). Terapia cognitiva de la depresión.

Bowen M., S. (2016). La terapia familiar en la práctica clínica. Bowen Center For The Study Of The Family/Geortown Family Center

Caspi, A., Sugden, K., Moffitt, T. E., et al (2003). Influence of life stress on depression: Moderation by a polymorphism in the 5-HTT gene. Science, 301 (5631), 386-389.

Ellis, A., & Dryden, W. (1994). Práctica de la terapia racional emotiva. Paidós.

Lega, L. I., Caballo, V. E., & Ellis, A. (1997). Teoría y práctica de la terapia racional emotivo-conductual. Siglo XXI.

Mardomingo M. (2015) Epigenética y trastornos psiquiátricos. https://www.pediatriaintegral.es/publicacion-2015-10/20-anos-de-pediatria-integralepigenetica-y-trastornos-psiquiatricos.

Minuchin, S. (2004. Técnicas de terapia Familiar. Paidós.

Nestler, E. J., Barrot, M., DiLeone, R. J., Eisch, A. J., Gold, S. J., & Monteggia, L. M. (2002). Neurobiology of depression. Neuron, 34(1), 13-25.

Seligman, M. E. P. (1975). Indefensión: En la depresión, el desarrollo y la muerte. Editorial Debate.

 

Estela Gonzales

Psic. Estela Gonzales. Licenciada en Psicología Clínica. Certificada por el Colegio de Psicólogos del Perú. Especialista en Psicoterapia Sistémica y Cognitivo Conductual.

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